Crítica - Snow White & the Huntsman

Snow White & the Huntsman nos quiere llevar a la época de los cuentos sin toda la pantalla de dulzura e inocencia que Disney pone a sus clásicos. Desde hace unos años, lo oscuro y lo crudo están de moda, y si bien ésta no es la versión más tétrica de una película infantil que uno pueda ver en el cine, es un tanto menos edulcorada que su predecesora animada.

Como digo, la oscuridad, el (falso) realismo fantástico, lo tétrico, gótico, los vampiros y criaturas mitológicas, y la magia, están muy de moda actualmente, y esta película bebe de todas estas corrientes influenciadas por el cine de Tim Burton, quién comenzó por su parte esta serie de revisiones de los clásicos de Disney en imagen real con Alice in Wonderland y que seguirán con Maleficient (que será protagonizada por Angelina Jolie), y Cinderella. Pero también influenciada por la saga Twilight, por Game of Thrones, Lord of the Rings o las adaptaciones de las aventuras de Harry Potter, en las que en todas ellas se dejan un poco de lado las fantasías más blandas e infantiles tan típicas del cine fantástico de otras épocas, para dejar paso a protagonistas atormentados, que sufren problemas como héroes, pero también como personas con preocupaciones y sentimientos mundanos. El héroe y el villano ya no son personajes planos que buscan el bien o el mal por disyuntiva, sino que tienen unas razones justificadas para hacerlo y no están tan separados el uno del otro.

En una época en la que parece que el cine de Hollywood se nutre casi exclusivamente de remakes, reboots, de secuelas y precuelas, y de versiones cinematográficas de libros, de cómics, o de videojuegos, parece que revisionar los clásicos de Disney era algo que llegaría antes o después, y precisamente este año, Blancanieves ha tenido varios intentos casi simultáneos. De estos tres, Snow White & the Huntsman es para mí el claro vencedor en la lucha por crear una nueva imagen para la historia. Mirror, Mirror, con Julia Roberts, es prácticamente una comedia, muy bonita estéticamente, pero no demasiado profunda. Mientras que Once Upon a Time, la versión televisiva creada para la cadena ABC de Disney, es una historia bastante floja y enrevesada que no es más que puro entretenimiento televisivo, con toda la paja que tiene una serie que intenta rellenar 22 capítulos con la misma historia, y que no echa toda la carne en al asador para poder aguantar unas cuantas temporadas más en antena guardando algo de interés.

De estas tres versiones, la que nos ocupa es quizás la que más se preocupa de contar una verdadera historia. La historia de Blancanieves, en un 'cómo habría sido' si la historia hubiese sido real. Punto por punto, se encarga de unir cabos con la idea original con la que estamos familiarizados, aclarando los acontecimientos, las razones y el pasado de sus protagonistas, detalles oscuros que por el carácter del clásico animado de 1937, se nos mantenían ocultos por no encajar en esa historia infantil.

En esta película me he quedado bastante satisfecho precisamente por conocer esa historia sin tanto remilgo, en la que los buenos tienen su parte oscura, y no buscan el bien porque sí, si no que buscan cambiar su situación, y luchar por su beneficio y el de los suyos, y en la que a los malos se los presenta como malos por los motivos que persiguen y por sus acciones, derivadas de sus decisiones, en una realidad en la que se les da la oportunidad de haber decidido no ser así, pero no lo han hecho por la situación que han vivido, quedando determinados por ello y no por la maldad en sí.

En cuanto a la interpretaciones, me he quedado más indiferente que con el argumento de la historia. Charlize Theron hace un trabajo correcto, consigue hacernos sentir lástima, empatía u odio en las partes en las que tiene que hacerlo, y es capaz de regalarnos todo lo que la reina Ravenna siente, aunque no sea la interpretación de su vida. Lo que a mí me ha transmitido es que no se ha tomado demasiado en serio el proyecto y a su personaje, si no que más bien es ésta una de esas películas que la sostienen económicamente, mientras entre tanto se dedica a hacer otro tipo de cine que le guste más.

Chris Hemsworth hace también un trabajo correcto en mi opinión, un cazador solitario, frío, y atormentado, con un hueco para el sentimiento, pero que permanece oculto. Otras reviews critican bastante su interpretación, pero a mí me parece que ha hecho un buen trabajo, a la altura de las circunstancias.

Por otra parte, la que no me ha gustado nada es Kristen Stewart. Los fans de Twilight no estarán nada de acuerdo con mi opinión, pero esta chica no consigue transmitir absolutamente nada en su papel. Tiene la misma expresión de no enterarse de nada que en la primera película de la saga vampírica (la única que he visto de ellas), y resulta casi ridícula la escena en la que llama a la guerra a los soldados de la resistencia con un discurso tan plano como su armadura. Desde luego tampoco es creíble en este caso que Blancanieves sea más guapa que la reina malvada, y el único momento del filme en el que hace su papel a la perfección, es cuando se encuentra 'drogada' y aturdida por los venenos del aire a la entrada del Bosque Oscuro.

El resto del reparto me ha gustado en general, quizás el que menos el hermano de la reina, ya que había momentos en los que se pasaba de tétrico y grimoso. Lo que me gustaría mencionar es la polémica que hubo con respecto a los actores que interpretaron a los siete enanos de la historia, ya que la asociación de actores con acondroplastia (comúnmente conocida como enanismo), ha criticado duramente a Universal por contratar actores de 'talla media' a los que han convertido en enanos después en postproducción, en lugar de actores con estas características como suele ser habitual en otras producciones similares. La verdad es que sobre esta anécdota no sé qué opinar, ya que este tipo de decisiones no sé si tienen más que ver con temas artísticos, de preferencias de cásting, o quizás otras razones en las que prefiero no entrar.

En definitiva, esta es otra de esas grandes producciones que no pasarán a la historia por su alta calidad artística ni técnica, pero que nos pueden hacer pasar un buen rato de entretenimiento. Es, de hecho, el 'blockbuster' que más me ha llamado en esta primavera. Yo destacaría los efectos visuales, que son llamativos y están bien logrados, y la belleza de su escenografía, aunque recortaría unos veinte minutos de metraje, ya que acercándose al desenlace se hace algo lenta. Lo único que espero es que la dejen así, y no busquen secuelas inútiles para arrastrar a la gente al cine a ver una segunda parte innecesaria para una historia que debería acabar ahí. Aunque me temo que no será eso lo que hagan.